miércoles, 23 de marzo de 2011

El origen de las traducciones literales, según Borges

Jorge Luis Borges


Borges hizo una serie de conferencias (seis en concreto) sobre el género de la poesía en la Universidad de Harvard durante el curso correspondiente a 1967-1968. Esas conferencias están recogidas en un libro, Arte poética. Seis conferencias, publicado por la editorial Crítica en 2005, con prólogo de Pere Gimferrer y traducción de Justo Navarro. Sí, he escrito bien: traducción. Resulta que Borges no leyó estas conferencias sino que las pronunció (en inglés) ante el auditorio (por entonces estaba casi completamente ciego), lo cual, vista la calidad de esas reflexiones, da una idea de la gran capacidad intelectual de Borges, por no hablar de su inmensa memoria. (Por cierto, Chesterton, a quien Borges cita varias veces en el libro, era también aficionado a dar conferencias "a pelo", sin el apoyo de apuntes). 
Transcribo del capítulo "La música de las palabras y la traducción" un pasaje muy interesante en el que Borges teoriza sobre el nacimiento de la traducción literal, que tiene, según él, una explicación teológica. 




[...] Durante toda la Edad Media, la gente no consideraba la traducción en términos de una transposición literal, sino como algo que era recreado: como la labor de un poeta que, habiendo leído una obra, la desarrollaba luego a su ser, según sus fuerzas y las posibilidades hasta entonces conocidas de su lengua. 
¿Cuál fue el origen de las traducciones literales? No creo que surgieran de la erudición; no creo que surgieran del escrúpulo. Creo que tuvieron un origen teológico. Pues, aunque la gente juzgara a Homero el más grande de los poetas, no olvidaba que Homero era humano ("quandoque dormitat bonus Homerus"), de modo que sus palabras podrían ser alteradas. Pero cuando tocó traducir la Biblia se planteó un asunto muy diferente, porque se suponía que la Biblia había sido escrita por el Espíritu Santo. Cuando pensamos en el Espíritu Santo, cuando pensamos en la infinita inteligencia de Dios comprometida en una obra literaria, no podemos concebir elementos casuales -elementos azarosos- en su obra. No. Si Dios escribe un diario, si Dios condesciende a la literatura, entonces cada palabra, cada letra, como dicen los cabalistas, debe haber sido meditada a fondo. Y podría ser una blasfemia manipular el texto escrito por una inteligencia infinita y eterna. Creo, a´si, que la idea de una traducción literal surge con las traducciones de la Biblia. Es una mera suposición mía (imagino que hay aquí muchos especialistas que podrían corregirme si me equivoco), pero la considero altamente probable. Cuando ya habían sido acometidas traducciones admirables de la Biblia, los hombres empezaron a descubrir, empezaron a pensar que había belleza en los modos de expresión extranjeros. Hoy todo el mundo es partidario de las traducciones literales porque una traducción literal siempre nos produce esas leves sacudidas de asombro que esperamos. De hecho, podría decirse que el original es innecesario. Quizá llegue el momento en que una traducción sea considerada como algo en sí misma. Pensemos en los Sonetos traducidos del portugués de Elizabeth Barret Browning. 
Alguna vez he ensayado una metáfora más bien audaz, pero me he dado cuenta de que resultaría inaceptable por proceder de mí (yo sólo soy un contemporáneo), así que la he atribuido a algún remoto persa o algún escandinavo. Entonces mis amigos han dicho que era admirable; y, por supuesto, nunca les he contado que la había inventado yo, pues le tenía aprecio a la metáfora. Después de todo, los persas o los escandinavos podrían haber inventado esa metáfora, u otras mucho mejores. [...]


Jorge Luis Borges


















Nota: narrativabreve.com es un blog sin ánimo de lucro que trabaja como redifusor de textos literarios, y en señal de buena voluntad indica siempre -que es posible- la fuente de los textos y las imágenes publicados. En cualquier caso, si algún autor o editor quisiera renunciar a la difusión de textos suyos que han sido publicados en este blog, no tiene más que comunicarlo en la siguiente direción: info@narrativabreve.com).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

narrativabreve.com agradece tus comentarios.

Nota: el administrador de este blog revisará cada comentario antes de publicarlo para confirmar que no se trata de spam o de publicidad encubierta. Cualquier lector tiene derecho a opinar en libertad, pero narrativabreve.com no publicará comentarios que incluyan insultos.